Parece mentira que tras años de conocernos muchas veces sigamos regalando cosas que no gustan a los regalados, desde cosas como peluches (odio que me regalen peluches), figuritas de porcelana, de barro hasta jarrones que no coordinan bien con la decoración de la casa.
Siempre es terrible el momento de los regalos, nos preguntamos ¿me gustará? y cuando no nos gusta en esos momentos nos preguntamos ¿cuál será la imagen que proyecto al exterior como para qué no acierten nunca? ¿Qué habré hecho? o... ¿es que realmente no les caigo bien?
- Regalo de decoración: sin duda la peor situación si no te gusta
Si el regalo es de decoración la cosa es peliaguda pues... ¿cómo vas a poner en un lugar visible de tu casa una cosa que no te gusta? ¿para tener que verla todos los días? Si no quieres verlo todos los días la otra opción es guardarlo y cuando vayan de visita a casa ponerlo en el lugar preponderante. ¡pero que no se te olvide! pues te arriesgas a que te suceda aquello de... ¿dónde has puesto la figurita del caballo de porcelana que te regalé? y quedaría muy feo tener que sacarlo de la última caja del último rincón de la habitación de los trastos y tratar de enmendarlo con un... es que todavía no he puesto toda la decoración... pero no lo digas así en pequeñito porque si no... ¡será poco creíble!
- Regalo de ropa: otra posibilidad un poco desastrosa pero menos que la anterior
Cuando te regalan ropa y no te gusta es un problema porque... ¿¡¿cómo narices se les ocurre que tú jamás te pondrías eso?!? Un jersey de lana de ochos poco favorecedor pero que este año se llevaba un montón.... ¡terrible! con eso se corre el riesgo de parecer una pequeña foquita y de perder tu cuello entre tanto ocho... El aspecto positivo de esta opción es que siempre te dan el ticket de regalo para cambiarlo de talla... Con la excusa de que al probártelo no te quedaba bien y no quedaba otra talla puedes cambiarlo por otra cosa que te guste más...
- Regalo de comida/bebida: esta opción da cancha
En este caso, siempre suele ser vino, licores o bombones... Si te lo regalan cuando van a tu casa a una cena es fabuloso pues entonces siempre puedes sacarlo para cenar y siempre habrá alguien a quien le guste y lo acabe consumiendo con lo cual quedarás como una reina y tú siempre podrás ponerte una copita y mojar los labios para quedar bien... Si no te lo regalan en casa o los invitados son pocos y te tocará tomar más de lo previsto, siempre puedes decir que lo vas a guardar para una ocasión especial y así salir del aprieto.
- Regalo de peluche: terror
Cuando te regalen un peluche... uy... esto es difícil si no te gustan nada de nada... porque además, en una casa adulta sin habitación para niños ¿dónde narices lo metes? No lo vas a poner en tu cama, eso le bajaría la líbido a cualquiera, y en una leja tampoco,... ¿dónde lo guardas? La mejor opción regalarlo a un sobrino o que el perro de tu hermano o el tuyo sin querer (queriendo) lo coja y lo destroce... y tú "enfadarte" por la tamaña ocurrencia del chucho. ¡A quién se le ocurre querer coger ese peluche tan feo!
Aunque para evitar estas incómodas situaciones lo mejor es ir dando pistas de lo que realmente te gusta y si eres una persona con tacto saber decir que lo que te han regalado no te gusta pero hay que ser valiente para ver la desilusión en los ojos de la otra persona.
¿A vosotr@s os ha pasado alguna vez? ¿Habéis usado alguna de estas tácticas? ¡Contadme!
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