Bajo las montañas se esconde el santuario de la Virgen de la Hoz, cerca de Molina de Aragón y Corduente (Guadalajara) a orillas del río Gallo. Formado por la acción del mar que lo cubría este paisaje mezcla de fósil y vida es sorprendente. Por su agradable temperatura durante el día como por el fresco durante la noche es ideal para las noches de verano, así como por sus paisajes, por la vida que allí se puede encontrar (buitres, águilas, alimoches, corzos, ciervos...) como por su cercanía al nacimiento del río Tajo donde en el puente de San Pedro se puede disfrutar de un agradable y refrescante baño.